SOPA DE PAN Y CEBOLLA AL HORNO

Sopa de pan y cebolla al horno

Ingredientes:

2 cebollas grandes

1 barra de pan candeal del día anterior

300 gr. de queso Emmental

4 cucharadas de aceite de oliva

2 litros de buen caldo

Elaboración:

Partiremos el pan candeal en lonchas muy finas. Para que no se nos troceen estas lonchas lo mejor es haber guardado el pan en una bolsa de plástico el día anterior, reservamos.

De los 300 gr. de queso, 100 gr. serán para rallar y poner por encima al terminar el plato. Con los otros 200 gr. haremos lonchas lo más finas posibles, reservamos.

Partimos las cebollas en aros no muy gruesos y estos a la mitad, los pasamos por la sartén con las 4 cucharadas de aceite, removiendo continuamente hasta que se pongan transparentes pero sin tomar color, reservamos.

El caldo, lo habremos puesto al fuego mientras pochamos la cebolla para que  este  muy calentito. Tiene que ser un buen caldo, puede ser de cocido (más consistente) o puede ser de verduras, de pollo, en fin como más os guste. El de esta receta es de cocido y lleva hierbabuena y cominos, a la vieja usanza que es como lo hace mi amigo Ángel de quien es esta receta.

Ponemos el horno a calentar a 180º. En una fuente de vidrio o de barro apta para horno ponemos una primera capa con la mitad de las cebollas, encima la mitad de las lonchitas de queso y encima de este la mitad del pan bien esparcido y colocado. Repetimos la operación con una segunda capa como si fuera un sándwich. Echamos el caldo bien caliente poco a poco por encima de todo, no de golpe esperando a que se vaya empapando todo bien. Finalmente ponemos por encima de todo el queso rallado. Metemos al horno y lo tenemos no más de 15 minutos, el tiempo necesario para que todo se compacte bien y el queso se gratine. Sacar la fuente a la mesa y servir.

Nota: 

Receta rica, reconfortante y sencilla, de esas antiguas de aprovechamiento como toca en estos momentos. Es el momento de no rendirnos, de quedar con los amigos para compartir amistad, solidaridad y tomar fuerza alrededor de unas estupendas sopas de pan y cebolla, como estas que nos ofrecieron Marga y Ángel.

Mientras, vamos tejiendo la red de ayuda mutua, de recuperación de alimentos, de viejas y no tan viejas recetas, de esas que con poco nos aportan todo lo necesario.

Desde este espacio potenciaremos ese tipo de cocina sencilla y de calidad, aunque por supuesto nos demos el gusto de compartir recetas más “lujosas”.

La comida no se tira, se aprovecha, se recicla, se comparte. Porque nadie se tiene que quedar sin comer.