domingo, 11 de julio de 2010

TARTA DE INFANCIA (GALLETA, CHOCOLATE Y ALMENDRAS)







Tarta de infancia (galleta, chocolate y almendras)
Ingredientes:

- 150 gr. de chocolate negro para fundir (fotos con 200 gr.)
- 250 gr. de margarina
- 2 huevos
- 10 cucharadas de azúcar
- 150 gr. almendra molida
- 1 ó 2 rulos de galletas María
- Un tazón de leche con un chorrito de vino dulce o brandy.

Elaboración de la crema:

Separar las yemas de las claras, montar éstas a punto de nieve y reservar.
Fundir el chocolate con un poquito de agua, moverlo bien y reservar. Batir con varillas las yemas, el azúcar y la margarina que estará a temperatura ambiente. Ir añadiendo el chocolate de poco a poco, remover hasta integrar y seguir añadiendo chocolate hasta que nos quede un poco que usaremos en la decoración, ésta es la parte más delicada porque la mezcla se puede cortar. Añadimos con movimientos envolventes las almendras molidas y por último las claras montadas a nieve (dejaremos un poquito de esta mezcla para adornar).

Montaje:

Se pasan las galletas por la leche con el brandy y se pone una primera capa de base en el plato de servir. Encima una capa de crema y así alternando galleta y crema para terminar con crema. Adornar con la mezcla que hemos reservado de chocolate, almendras y claras a nieve. Meterla en la nevera y consumir mejor al día siguiente.

NOTA: Ésta es mi tarta de infancia, una tarta dulce y fresca que perdura en el tiempo, sigue siendo la favorita de mis hijas y posiblemente será la de mis nietos. Es una tarta de amor y de amistad, era la tarta del vecindario, porque entonces las puertas de los cuatro pisos del bloque estaban abiertas, los chicos jugábamos en la calle y nuestras madres compartían charla con un café; aún recuerdo el aroma a café de la señora Rosa, creo que era de contrabando y se lo traían de Portugal. Hacíamos la tarea en la cocina, que era donde se vivía, mientras mi madre guisaba o planchaba… Qué olores, qué recuerdos, qué calor a pesar de lo fríos que eran los inviernos de Madrid.

Pero sobre todo el recuerdo de mi madre con la señora Teresa haciendo esta tarta para el cumpleaños de cualquiera de los chiquillos, incluso nos ponían felicidades y el nombre. También nos ponían las velas, que no eran de número y que se reutilizaban añadiendo o restando para cada cumpleaños.

Dos cosas importantes me traen esta tarta. El amor por la cocina con todo lo que en ella se guisa, se cuece y se cuaja y el valor de la amistad entre mujeres, ésas que supieron con su solidaridad hacer que tiempos duros fueran mucho más dulces para nosotros.

Cuando la probéis, estoy convencida que muchos os sentiréis identificados.

5 comentarios:

  1. Hola Tere,
    Que buena pinta tiene esta torta, la voy a puntar sin duda!

    Un abrazo desde Atlanta.

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  2. Hola Toñi, me ha encantado la receta, la prepararé en el próximo cumpleaños. Qué recuerdos de niñez en un Madrid tan distinto al de ahora. Y ese aroma a café de puchero verdad? Que aunque yo entonces, no lo tomaba, me encantaba. Un amigo mio lo hace cuando estamos juntos y es una maravilla.

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  3. nena que maravilla de tarta ,,nada que envidiar a una tarta de esas tan trabajosas,,me encanta como te a salido.

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  4. se ve muy rico pero no es mi estilo

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  5. Qué hermoso texto; me ha emocionado. Conozco la tarta porque es también la de mi infancia. Mi madre le llama tarta María Luisa y tiene distintas variantes. Una de mis tías la hacía con relleno de moka y flan alternando los pisos y la cubría con moka. La crema de moka la hacía con mantequilla y café soluble. Una de mis primas mayores en su versión más moderna (allá por los 70) preparaba la crema de chocolate con margarina y Nocilla. Muchísimas gracias por este blog

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